El restaurante donde se encuentra o encontraba es una antigua casa palacete del siglo 19 donde vivió toda la vida un médico y su familia, gente acaudalada de Huelva. Desde hace unos 7 u 8 años, hace bien poco, la casa estuvo habitada por uno de sus descendientes, que también era médico y ya viudo, pero el señor era ya muy mayor y murió hace 5 o 6 años. El tiempo en el que se abrió la cafetería en cuestión.
Su parte superior era bastante tétrica. Y cuando los clientes estaban en la parte inferior se podían oír arriba sonidos muy extraños, como el arrastre de algo pesado, golpes fuertes, gritos y sonidos espeluznantes que dejaban a todo aquel que los escuchaba petrificado.
Según el dueño y los empleados la parte de arriba estaba vacía. No había muebles ni enseres de ningún tipo, y por tanto aquellos sonidos no eran muy explicables.
La cafetería (que tenía su encanto) tuvo que cerrar, ya que nadie quería trabajar allí y menos ir a tomar un café.
Aún a día de hoy sigue existiendo esta señorial y oscura casa, posee unos grandes balcones que invitan a marcharse a todo aquel que se queda a contemplarlos por unos minutos.
Parece ser que una persona que vive en la casa de enfrente, se esta replanteando poner en venta su piso porque asegura que ha visto por 2 veces al señor de la casa en el balcón.
Hay también una vieja historia con un reloj de mesa que se acciona sólo y da las campanadas a una determinada hora, por mucho que no tenga cuerda.
Foto: hugo_hlv