Membrillo Bajo -II parte-


Madre mía cuando subimos, lo habíamos encontrado. Allí estaba aquel pueblo abandonado. Desde la carretera no se podía contemplar bien todos los restos que había. Era una pequeña aldea, habría como unas 20 casas de tamaños dispares. Grandes, pequeñas, medianas y aún se conservaban ,entre la vegetación de la sierra, las calles que separaban aquellas casas.


Sí, ciertamente, en ese lugar se percibía una sensación de soledad y tristeza que producía auténticos escalofríos. Estando allí, era inevitable no pensar en todas las muertes y en la gran tragedia que guardaban sus muros.


Cada uno de los cuatro se dirigió por separado. Yo me había traído mi cámara de casa y empecé a tomar muestras del lugar. Con la mala fortuna que a la décima fotografía me quedé sin baterías, pero ya venía prevenida ante esa situación. Así que, saque de la mochila otras baterías que alegremente cambie, y me dispuse a volver a mi rutina de fotógrafa en aquel paraje.



Pero a la quinta o sexta, mientras andaba hacia el lugar donde había dejado un mp3 con grabadora, empezó a bloquearse la cámara y a dejar de funcionar.


- Vaya tela con la cámara, ¿ahora que te pasa? La apagué y la volví a encender, pero el aparato se fulminó las baterías de nuevo. Pues nada, me quedé sin poder hacer el reportaje.



Caminando un poco desilusionada por no tener cámara de fotos, me acorde de nuevo del mp3 y me quedé más tranquila. Pero en ese momento que estaba sola, escuche el sonido de un disparo. En ese instante no le dí la mayor importancia, ya que pense que sería algún cazador en la sierra. Y a los pocos minutos, reaccioné, y me acorde que eran las 4 de la tarde más o menos.


-No sabía yo que los cazadores, y sólo escuchándose un disparo, tuviesen esa hora para ir detrás de algún jabalí o conejo.


En fin, sin darle más vueltas me reuní con los demás a los que no les quise comentar nada esperando que fueran ellos quienes hablaran sobre el disparo. Pero allí parecía que nadie había escuchado nada, excepto yo.


-Gracias a dios tenia la grabadora puesta, y con suerte habría recogido el ruido que yo había escuchado.



Ya llegó la hora de retirarnos, y por una torpeza mía, más el no haberme leído las instrucciones del mp3, me quedé sin los 10 minutos de grabación. Realmente eso me dolió en el alma, y encima, no hice todas las fotos que hubiera querido hacer.


-Que desastre.


Por lo menos me llevo la vivencia de haber encontrado ese pueblo, de haber estado entre sus calles y, quizás, de haber experimentado algo más.



Añadir por último, que luego he ido recopilado información de varias personas que aseguran a ver escuchado disparos y lamentos estando en el Membrillo Bajo.

1 comentarios:

Anónimo dijo... / 30 de enero de 2009, 20:19  

Las fotografías en blanco y negro no corresponden a la aldea zalameña de El Membrillo Bajo, por otra parte, los disparos son habituales en esa zona pro ser un lugar muy frecuentado por cazadores.